En los bosques secos tropicales de Puerto Rico, las cianobacterias forman parte del microbioma del suelo, mostrando resiliencia durante los períodos de sequía. Estos microorganismos, junto con otras bacterias, prosperan en condiciones de baja precipitación y juegan un papel crucial en el ciclo de nutrientes. Aunque son menos abundantes que otros grupos, las cianobacterias contribuyen a mantener la salud del suelo y a estabilizarlo a través de sus interacciones con otros microorganismos, apoyando la estabilidad y resiliencia del ecosistema (Rivera-Rivera, M.J., & Cuevas, E, 2020).